viernes, 28 de octubre de 2011

CORAZÓN ESPINADO

Como ya sabéis a Alejandro Sanz se le partió el corazón, y a Maná, con la ayuda de Carlos Santana, se le clavó una espina, lo mismo que a otro que no me gusta tanto que se llama Albert Hammond, que estuvo de moda en los 70 del siglo pasado. También nos encontraremos la misma metáfora en Machado. Aquí os dejo la de Maná, que también respira omanticismo por los cuatro costados, sobre todo al final:
"¡Cómo me duele el olvido, cómo me duele el corazón, cómo me duele estar vivo, sin tenerte a un lado amor!". Pura y simple insatisfacción romántica.
http://youtu.be/hFO0Nrr5z-U">

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