martes, 13 de diciembre de 2016

"Toutes les nuits que sans vous je me couche" de Thomas Crecquillon

Toutes les nuits que sans vous je me couche
en pensant à vous, je ne fais que sommeiller
en rêvant jusqu'au réveil.
Incessament je vous demanderai dans ma couche
car je baise l'oreiller en lieu de votre bouche
en soupirant toutes les nuits"
.

Entre los siglos XI y XIII irrumpe en la Europa medieval un curioso género de poesía profana en latín, LOS GOLIARDOS, que ostenta una originalidad, un estilo y una actitud frente al mundo y sus placeres, que le permite pasearse libremente por la taberna o el lupanar sin por ello carecer de un genuino valor literario y un profundo significado social y cultural. Se trata de un movimiento poético que florece en Alemania, España, Francia e Inglaterra y emerge del ambiente literario más culto, elevando cantos al vino, al amor, a los placeres corrientes o simplemente a la vida alegre.
Los autores de esto cantos, por lo general anónimos, son altos dignatarios de la Iglesia, clérigos y estudiantes, que ponen toda su preparación literaria y su agudo ingenio al servicio de una creación poética que satiriza su entorno, parodia la majestad de los himnos eclesiásticos, canta alegremente al vino o al amor y da rienda suelta a la malicia estudiantil.
Entre los muchos cancioneros en los que se ha conservado la poesía goliárdica se encuentran la colección denominada Carmina Burana.
Son textos anticlericales que pretenden mostrar su inconformismo con el abuso de poder, la corrupción, o la política de la Iglesia, y frente a lo cual levanta su protesta ya sea en forma de burla o de lamento. En realidad, muestran la otra cara del poder eclesiástico y de la liturgia religiosa. Tratan temas como la Fortuna, el vino, los placeres de la mesa y el amor y el sexo.

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