miércoles, 21 de octubre de 2009

El placer de la lectura

Una novela es la libertad. El acto físico de abrirla es tan simple, tan rotundo, tan cargado de sentidos posibles, como el de abrir una puerta, una puerta de salida y una puerta de entrada. Hasta la tapa del libro parece una puerta que se abre. Salimos de algo y entramos en algo, cruzamos un umbral que se despliega entre nuestras manos, y al principio, como en algunos lugares misteriosos, nos encontramos en la sombra, y sólo gradualmente se acostumbran los ojos a la nueva claridad que irradia del interior del libro.

Estas palabras son de mi paisano Antonio Muñoz Molina, natural de Úbeda (Jaen) y ejemplo de lucidez y sensatez.

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