miércoles, 21 de octubre de 2009
Esta semana una desagradable noticia nos llenó de sorpresa. De repente y sin avisar, como en muchas ocasiones llega la muerte, oímos que el del tiki-taca, el de "la vida puede ser maravillosa", había dejado este mundo. Siempre resulta sorprendente esa tarascada repentina de "la pelona", que en este caso se llevó al "pelón" de Andrés Montes. Para los que disfrutamos con las retransmisiones deportivas, especialmente de fútbol y baloncesto, este tipo era como de nuestra familia o de nuestro barrio y, como tal, a veces resultaba simpático y otras un pesado. Despertaba adhesiones y críticas por igual, o lo amabas o lo odiabas, pero a nadie le resultaba indiferente. No soy yo de sus más adeptos, pero le reconozco el mérito de haber creado estilo, de haber cambiado el sentido de las retransmisiones deportivas. Y sobre todo me impresionó su desaparición porque tenía muy reciente su fría despedida de la Sexta en medio de todo la euforia por el triunfo de nuestra selección en el Eurobasket, hace tan solo unas semanas. Pero si traigo a colación este hecho es porque me resulta muy aconsejable la lectura del texto que le dedica en su blog ("El blog del palomero") su amigo y compañero Juanma Iturriaga: lejos del llanto y del sentimentalismo, pero con la cercanía y la sinceridad de la amistad. Aquí os dejo el enlace por si a alguien le interesa esta elegía para que la tengáis presente cuando leamos a Jorge Manrique y las Coplas a la muerte de su padre: http://lacomunidad.elpais.com/baloncesto/posts
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